miércoles, 16 de julio de 2008
Voces en el salón
Montornès, Tarragona, año 1944:Teresa, Mari Cielo y otras mujeres de la comarca, siendo entonces niñas, visitaban de vez en cuando el abandonado castillo de Montornès, en Tarragona. Salían de sus casas con el miedo en el cuerpo, pero al mismo tiempo sabrían que podrían permanecer allí, en aquel lugar que creían estar deshabitado. Sonaban las campanas en lo alto de la iglesia y todas las chicas ya estaban en la calle rumbo al edificio en ruinas. La luna les iluminaba el camino, pero de vez en cuando las nubes se anteponían en ella y esto les dificultaba todavía más seguir el sendero. Llegaron a la vieja estación, todavía activa, y pisaron las vías del tren para dirigirse hasta una pequeña colina, desde donde podía contemplarse perfectamente las vistas del pueblo. cerca de la colina, a pocos metros de la estación y al lado de las vías, se encontraba la caseta del vigilante, entonces encendida. Pero ellas prefirieron no entretenerse y seguir hacia el punto determinado donde permanecerían.Andaron por caminos tortuosos, esquivaron el viejo cementerio y otra colina más elevada hasta llegar al viejo castillo de Montornès. Sobre él, ondeaba la bandera española y la efigie del águila imperial. La puerta del castillo estaba abierta, pues era de madera ya completamente desgastada por la humedad, el viento y las carcomas. Todo, absolutamente todo, estaba a oscuras. Entre ellas se miraron a los ojos y entraron rápidamente al salón principal.Aquel invierno fue uno de los más fríos en España, pues el aire helado se colaba por las ventanas abiertas del edificio. Teresa sintió un escalofrío y Mari Cielo la animó para que entrara en el salón antes que las demás. ¿Iban a hacerle alguna trampa? Teresa llegó a pensarlo pero confinado en su prima (Mari Cielo), dio un paso y las demás la siguieron. Una vez dentro, la puerta del castillo se cerró de golpe y el viento empezó a emitir ruidos extraños y escalofriantes, parecidas a voces agonizantes o afónicas.En un principio quedaron asustadas, pero después fueron acostumbrándose siendo aún niñas a visitar este enigmático lugar.Montornès, Tarragona, año 2006:60 años después, Mari Cielo, de 72 años, y Teresa, de 77, explican a los más jóvenes o simplemente recuerdan con fascinación los hechos acaecidos en aquel lugar misterioso. Yo fui uno de los que escucharon la historia. Sin duda, una leyenda más para un pueblo en pleno crecimiento.
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2 comentarios:
una historia que no hace ni miedo ni gracia
pero por lo menos entretiene
como toas.gracias
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