jueves, 31 de enero de 2008

Nunca viajes solo

Hace algunos años, trabajando en una empresa refresquera, tenía como obligación visitar bodegas de distribución en diversas provincias de mi estado, en puebla, méxico. en ocasiones mi labor se acompañaba de la de otras personas de la embotelladora que hacían diversas actividades y eso nos hacia en ocasiones permanecer dos o tres dias en dicha bodega sin regresar a la capital, la ciudad de puebla. pero entre estos compañeros, habia un auditor de nombre antonio c. a quien llamabamos cariñosamente don toño y quien se caracterizaba por nunca quedarse sin regresar a la capital. el al termino del dia regresaba no importando si el regresar le implicaba volver al otro dia y sea cual fuera la hora el se iba. uno de esos dias, en que como de costumbre regreso a su hogar en la capital, al otro dia llego palido y con su semblante cansado, quizas un poco desencajado y el sin darnos tiempo a preguntarle que habia sucedido nos empezo a narrar que cuando viajaba por la carretera que une la poblacion de tehuacan con la capital, cerca de las 1:30 de la madrugada y al ir por un paraje llamado cuacnopalan, un hombre al borde de la carretera le hizo señas de detenerse, lo cual no hizo por lo peligroso que podia ser por la hora y por el lugar, totalmente solitario. pero cual seria su sorpresa que al no detenerse y al medio voltear su mirada ya el hombre que la habia pedido detenerse viajaba junto a el sentado en el asiento del copiloto de su vw, eso lo asusto fuertemente pero contuvo su miedo y nervisismo para no chocar el auto, pero era muy claro el espectro, de figura fantasmal, medio transparente, y con la mirada perdida. en su desesperacion, don toño, le dijo, quien eres, que quieres, sin obtener respuesta y solo alcanzo a pronunciar una plegaria de proteccion: padre nuestro, que estas en los cielos... y de repente al llegar al punto donde la oracion dice: ...libranos de todo mal! el espectro desaparecio y claro don toño, estaba muerto de miedo. verdad? sueño?, no lo sabemos, quizas don toño, cansado por el trabajo sufrio un sueño mientras conducia y el libranos de todo mal sirvio para despertarlo de una muerta segura. a pesar de eso, don toño, nunca dejo de regresar a su hogar fuera la hora que fuera y según él nunca volvió a ver algo parecido. el secreto se lo llevó a su tumba, ya que murió poco tiempo después de un infarto. pero por si las dudas, cuando viajo solo por las noches siempre traigo en mi mente esa plegaria: ...señor, libranos de todo mal!

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