martes, 29 de enero de 2008

Doctrina

La capacidad de razonar de distintas formas, por el simple hecho de que nuestra gran virtud es la lógica, genera diferentes roces acerca de lo que es verídico o no. Más que nada por el ámbito espiritista, religioso, etc. Esta historia procede de tiempos actuales, en la ciudad de Orense, España. Una joven de 21 años, llamada Luciana, estudiante de Psicología, tuvo la suerte (para algunos) de independizarse. Se llevó todo lo que poseía de la casa de sus padres que vivían en Sevilla, y partió sola. Era una mujer fría y calculadora, las cosas por las que debió afrontar la hicieron ser así, no mantenía una postura emocional, sino más bien, burda. Su rostro pálido con ojos marrones y pelo negro le daban el toque preciso para ser un gran ejemplo de gente sin sentimientos. La imagen que aparentaba ocultaba lo que realmente iba a aprender a sentir. Vivía sola en una casa de una planta pero amplía, con su trabajo había logrado mantener su hogar en perfectas condiciones y dando el carácter de una buena estabilidad económica. Se percató de varios rumores y comentarios acerca de esa zona en la que vivía. Un lugar con un paisaje increíble y a la vez muy calmado. Pero no dio mayor importancia.Una semana vivida ahí, una semana de grandes cambios mentales, su cabeza estaba ida. Andaba torpe, se desencontraba fácilmente, y la afligía un miedo espantoso. Al llegar a la tarde a su casa, después de una dura jornada de estudio y trabajo. Sus manos se colocaron tensas, no podía ver un punto fijo, su cabeza la mareaba, comenzó a sentir frío, empezó a temblar, no veía nada, además todo comenzaba a ponerse oscuro.El cuerpo de Luciana apareció la mañana siguiente al borde de las costas, había muerto ahogada, pero con unas previas marcas, una parte de su pelo había sido arrancado ferozmente de cuero cabelludo, su ropa desgarrada, en su pálida y blanca piel se podían apreciar fácilmente símbolos y línea que ocupaban todo su cuerpo y que atormentaron a Luciana en los últimos instantes de su vida.Fue encontrada por un señor de la zona vecina, el cual alarmó inmediatamente a la policía. No tardó en llegar pero el cuerpo ya no se encontraba en ese sitio, desapareció. No se supo nada más de aquel suceso.Suelen decir que las olas tragaron su cuerpo, pero algo imposible y poco creíble debido a que la marea no aumenta en esa zona hasta que llega la noche, y la arena no se encontraba húmeda como suelen decir. O simplemente la familia Pagliotti, ex dueños de esa casa, se volvieron a despertar, para seguir aniquilando. Ellos fueron encontrados en actos de automutilación, sus mentes suicidas seguían en pie, y la fuerza de sus almas también. Su esencia nunca abandonó aquella casa de los horrores, continua ahí. Esa era su doctrina. Esa era su tesis.

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